El jinete Rodrigo Vergara estuvo en #Partieron de #RadioNacional114AM, hablando sobre sus difíciles comienzos en Chile, su década en Estados Unidos y la relación con su madre y su hermano, Jorge Luis. El jockey ganó este martes en Mahoning Valley con el caballo Accoustical, luciendo los mismos colores del triplecoronado Justify:
«Tenía 13 años cuando di mis primeros pasos en la hípica. Mi papá era mi reflejo y me arrancaba del colegio para verlo correr. Jorge Luis al principio quería ser futbolista, pero con el tiempo coincidimos en la idea de ser jinetes. Marcelo Parisi me sacó la patente y cuidé a Benhur. Luego pasé al corral del stud ‘Guzo’, donde aprendí mucho con Emilio Quiroga y su capataz Óscar Lagos. Me gustaba estar arriba del caballo y ellos me aconsejaban. Corrí 5 años en Chile y no fui 100% responsable. Por ser liviano tuve oportunidades, pero no las aproveché. Mi llegada a EE.UU fue mágica. Un día fui a ver al Dr. Voigt y me encontré con la hermana de José Santos. Casualmente salió el tema de ir a EE.UU y ella me presentó a Joan Amaya. Mientras esperaba la Visa no le quise decir a nadie, hasta que resultó y le conté a mi mamá que me iba esa misma semana. Al principio no me creyó y luego se puso a llorar. Ella es un pilar fundamental en mi vida y al mismo tiempo la que más sufre. En ese momento era frío, pero al llegar acá comencé a extrañar esas muestras de cariño de mi familia y mi hija. Llegué a Nueva York y en los primeros meses casi no trabajé, porque además no dominaba el idioma. No veía la luz. Estaba listo para devolverme y Manuel Velarde me puso en contacto con Juan Soto, otro chileno que fue de gran ayuda, y se abrieron nuevas puertas. En Ohio conocí a Christian Rojas, quien me llenó de consejos. Me explicó que acá la picardía vale, pero hay que correr con precaución. Conseguí un caballo mecánico y trabajé duro para pulirme. Acá se aprende de nuevo. He ganado 481 carreras, conozco 16 estados y más de 20 hipódromos. Hay mucho respeto entre colegas y me gustaría que eso también suceda en mi país. Disfruté tener acá a mi hermano e incluso un día nos ganamos el programa completo, pero fue triste cuando decidió partir. Hoy veo con orgullo sus triunfos. A los jinetes que quieran venir les aconsejo que se atrevan y que aprendan el idioma. A mi me gustaría volver a montar en Chile».