Danilo Salinas, jinete de los campeones Memo, Edipo Rey y Monín, recordó en #Partieron sus éxitos y detalles inéditos del G1 St. Leger 1990, la carrera del siglo: «Gané 500 carreras, la mitad clásicos y más de 20 G1. Mi mejor año fue 1990. Siempre pensé en ser un gran jinete como hermano de Jorge Salinas, quien corría en EE.UU. y nos dejó bien económicamente. Vivía al lado del Hipódromo y no trabajaba mucho, pero me mantenía en forma y Guillermo Aguirre me daba mucha confianza. Tenía muy pocos amigos, sólo Juan Turrieta, pero respetaba a Sergio Azócar y Claudio Leighton. El peso fue una tortura. Andaba rabioso todo el día, pero no me privé de las comidas. Era muy seguro. A Edipo Rey lo palmoteé 200 metros cuando gané el Latino. A Memo lo monté de potrillo y sabía que era el mejor. No me gusta ver el video del St. Leger. Juan Cavieres me felicitó porque hice mi carrera, saqué 1.000 metros y paseé a Wolf por toda la pista, pero me ganó porque tenía más fondo. Memo no era para tan largo. Me puse a llorar en el camarín y no estaba preparado para perder», confesó.
Además habló de su actual momento y el de la hípica: «Soy conserje hace nueve años en el departamento donde vivo, soy respetado y vivo bien. Luis Torres es el último maestro. No veo hípica, hoy cualquier jinete corre un gran clásico y antes sólo los grandes. Un gran abrazo a Guillermo Aguirre, con quien no hablo desde el 2003 cuando me retiré. Lo recuerdo con cariño y con el Guille chico trotábamos juntos», comentó a #Vamosalahipica. #Hipica #Chile