Víctor Hirmas, histórico criador de Haras Matancilla, en los #LunesdeCrianza de #Partieron:
«Junto a Carlos, mi hermano y compañero de toda la vida, nos arrancábamos a escondidas a las carreras diciéndole a nuestro papá que ibamos a jugar tenis. Dejábamos las raquetas en un puesto de diarios donde nos conocían y desde ahí nos ibamos al Hipódromo con nuestro primo Willy Hirmas. Nadie sabía. Formamos el haras con las mejores yeguas que pudimos comprar y nuestra receta fue hacer una permanente selección. Liquidábamos las yeguas que estaban repetidas o que simplemente no nos interesaban. Los sentimentalismos hacen daño al criador, porque se llena de yeguas y baja la calidad. No se puede criar bien si se hace de forma masiva. Diría que sobre 80 yeguas es demasiado, aunque cada uno sabe como maneja su negocio. Elegíamos reproductores con una buena línea materna e idealmente milleros, porque ese tipo de caballos combinan velocidad y resistencia. Ganamos todos los clásicos y también conseguimos éxitos a nivel internacional. Además de cracks como Cencerro, Grosor, María Candela, Esmalte y tantos otros recuerdo a Premio Nobel, que por mi culpa no fue triplecoronado. Un día le sugerí a su preparador Pedro Medina que le diera más alimento, se subió de peso y perdió el St Leger. Eso pasa cuando el propietario opina cosas que no le corresponden. Con Edipo Rey ganamos un Latino inolvidable. Recuerdo que Samuel Fuentes lo trabajaba finalizando en la curva, entonces el caballo entendió que tenía que rematar ahí las carreras y se hizo imbatible en la arena. Lástima que nos dimos cuenta un poco tarde que le gustaba más esa superficie. La línea de Cristalline nos llenó de éxitos. Esa yegua se la compré a Lisandro Serrano, que quería venderla junto a otra yegua que no era tan atractiva. Cerré el negocio comprando ambas, pero nos quedamos con la que nos interesaba. Hasta que llegó el final de Matancilla. Negociamos 65 yeguas de cría y otras que estaban en training, Don Alberto se quedó con todo y me alegro que hoy esos vientres les estén dando triunfos. La hípica chilena ha mejorado mucho, hay grandes inversiones y eso nos tiene en lo más alto de Sudamérica».