Patricio Vial, jefe de Área Hípica del Club Hípico de Santiago, en Todos en el Partidor: «Sacamos cuentas alegres tras el Latino y doy mérito al gran equipo que tenemos. Cumplimos nuestros dos objetivos principales: organizar una jornada entretenida y dar todas las facilidades a las delegaciones extranjeras. He recibido muchos agradecimientos, aunque el retiro de Fitzgerald fue un lunar. Tomé la decisión de abrir dos días la pista de pasto para los extranjeros con la salvedad de que se iba a estar mojando, porque ese era el programa de mantenimiento. Se avisó a todos y ellos acordaron sólo trotar y galopar. Sin embargo, el equipo de Fitzgerald decidió pasar 600 metros al carrerón y ahí se cayeron sus herraduras. El herrador de aquí les advirtió que en esas condiciones el acrílico que tenía podía salirse, y se salió. El propietario estaba indignado y discutió conmigo, aunque terminamos en buena onda. El pulso no se detuvo y tuvieron que retirarlo. Sobre Milos, hay personas que dicen que se quebró por el estado de la cancha. Eso es un mito. El caballo venía con problemas, llegó acá y todos los días lo tenían media hora con duchas en la rodilla. Incluso pensaron retirarlo. Según Talaverano, chocó con un argentino en la recta opuesta y sintió que el caballo pisó mal. Al día siguiente quedó con una mano en el aire y Juan Suárez decidió operarlo acá. El resultado hasta el minuto ha sido muy bueno, ya está apoyando y esperamos que se pueda subir al avión sin riesgo. La fractura en laja que sufrió es una consecuencia de la carrera y no algo propio de la pista de pasto, que llegó en el mejor estado posible. Manejamos la palizada y durante enero y febrero programamos menos carreras por césped. La cuidamos mucho y por supuesto que me gustaría seguir mejorándola».