Ya han pasado 29 años de «La carrera del siglo» en el Hipódromo Chile. Fue el 1 de diciembre de 1990 cuando el invicto Wolf, campeón de Club Hípico de Santiago, derrotó al campeón palmeño Memo en el G1 St. Leger. Fue tal la superioridad de ambos colosos que Chateaubriand remató tercero a 17 cuerpos.
Guillermo Aguirre, trainer de Memo, recuerda así la derrota: «Memo sólo había perdido ante Melihual y Wolf llegaba invicto y con un físico extraordinario. (A La Palma) lo llevaron a galopar y luego a aprontar. Danilo Salinas no era muy amigo de levantarse temprano. Lo pasé a buscar porque queríamos conocer su estrategia y derrotarlo. Temblaba la tierra cuando trabajaba y le dije a Danilo, «afírmate». La noche anterior dormí poco. Fue algo impresionante y jamás lo volveré a ver. Había una barra Memista y otra Wolfista, llenándose el Hipódromo como nunca. Perdí la carrera, me fui al corral y José Tomás Allende me fue a buscar para ir a la premiación. Lloré harto por perder y porque si Memo ganaba, la Tere Solari me regalaba una casa. Después piensas «era imposible ganarlo».
El trainer ganador José Allende recuerda: «El proyecto de mi padre, cuando Wolf se vio bueno, era la Triple Corona. Siempre estuvieron los tres grandes clásicos en su horizonte. Lo que le ponía mas emoción era que Memo estaba en el Hipódromo. Mi papá era un tipo competitivo que veía la hípica distinta que las nuevas generaciones. Ganarle a Memo era un sueño imposible, contra la mano y en arena. La carrera sólo se definió en los metros finales, pero sus rivales llegaron a 15 cuerpos. Fue el primer caballo del remate y no causó mayor interés. Era un caballo macizo y tosco, pero con grandes antecedentes. Somos muy amigos con Guillermo y estuvo en la premiación del St. Leger y El Derby sentado en la cabecera».