El preparador Sergio Romero Cares estuvo en #Partieron, recordando su exitosa trayectoria como ganador tres veces del G1 St. Leger en la década de los ’80 y formador de los ases Geólogo, Set Fool, Momento, Uncle Sam, Barzio y Escania:
«Siempre quise ser preparador, aunque en mis inicios también aprendí a herrar. Partí en Concepción y llegué a tener tantos caballos que Octavio Ríos consideró que estaba ‘haciendo daño’ y me llevó a Santiago. Esa hípica era distinta. Se trabajaba con libertad y se preparaba para la carrera, pero hoy sólo se corre. Tuve éxito rápidamente y recibí buenos caballos. Momento era un avión que también llegaba a fondo. En el Gran Criterium corrió 100 m adelante y al final lo pilló Jorge. Luego ganó el St. Leger y dejó sin brazos a Cerón. El Latino también lo perdió en la meta y fue exportado a EE.UU. La historia de Geólogo parte en un remate de Haras La Compañía. Octavio Ríos me pidió que le comprara 3 o 4 caballos y yo elegí a Geólogo para mi. Era lindo pero chico y tieso de patas. Salió al final y lo compré barato, aunque luego Don Octavio se entusiasmó y se lo cedí. Me sentía en deuda con él. Geólogo se mostró siempre manso, aunque ansioso en el partidor. Ganó casi todo, incluido el St. Leger y un Internacional. La gente lo convirtió en ídolo y me hacían sentir la presión cuando llenaban la cancha. En el Latino de Venezuela pudo ganar, pero se sintió del tendón y parando llegó 5°. Al regreso ya no era el mismo y esa lesión le causó la muerte. Lo queríamos mucho e hicimos todo por salvarlo. Incluso lo tuvimos colgado, pero no resultó. Lo enterraron en el Hipódromo. Después vino Set Fool, que era delicado pero muy bueno. Tenía corazón y en la cancha se le olvidaban sus dolores. Antes de debutar ya tenía problemas, entonces hubo que mantenerlo y aguantó hasta donde pudo. Perdió el invicto ante Texfina y no corrió más. Lo llevaba con cuidado. También tuve a Barzio, Judas, Shemir Lembranza, Sanderman, Escania, etc. Cada caballo es diferente y la clave es observarlos. Yo preparo a la antigua y corro lo justo. Mi paso por la hípica ha sido bueno, pero 2018 ha sido mi peor año. Estuve enfermo y hoy tengo pocos caballos. Quiero volver a los clásicos. Me falta el caballo, pero con material puedo ganar. Los preparadores de experiencia ya no somos valorados, pero pese a todo mantengo las ganas. Despierto a las 5 y no veo la hora de irme a la cancha».