Francisco Kike Morandé, criador y co-propietario de Cariblanco, en #VamosalaHípica: se refirió al triunfo en el G1 St. Leger como criador y co-propietario del ganador de la Triple Corona del Hipódromo Chile:
«¿Qué hace la gente que no viene a la hípica? Yo creo que se aburren. Esta vez me alegré tanto como con Barrio Chino al ganar esta misma carrera en 1992. Estaba tranquilo, soy cercano a los caballos y Jaime Medina decía que Cariblanco estaba máquina y que si el caballo venía «tucutum tucutum», iba a ganar. Y se dio tal cual. Ganamos hace un año El Debut y siempre han sido carreras difíciles. Ojalá se exportara, pero si no me gustaría llevarlo a EE.UU con nuestros colores. Puede resultar. No tendremos otro caballo así en la vida. La oferta que hubo no fue formal, llamaron y pusieron condiciones. Dijimos no, gracias. Nadie lo vino a ver o a tomar radiografías. Cariblanco es muy bueno, llega descansado y sabe recuperarse. El equipo está afiatado, saben cómo trabajar con él y lo alimentan con buenos productos. Ahora tenemos que tomar las cosas con calma, aunque sueño con correr un clásico en EE.UU. Hay que gozarlo. Me inclino por viajar, porque El Derby no me gusta. Partimos con el Haras Santa Sara en 1974 en Los Ángeles y no pudimos seguir. Paramos y retomamos en 2001. Sacamos a Pindaco, La Chiflota y Río Místico. No le apunté con Heavyweight Champ y Defer, buscamos por fuera y anduvimos bien con Awesome Patriot. Ahora Goldencents es la ilusión. Es corredor y dio bien. Todas las semanas viajo cuatro días a Río Bueno y vuelvo a la TV. Es mucha gracia y le hace bien a la hípica que un hijo de padre y madre normal como Cariblanco sea campeón. Lamenté estar ausente de la Teletón, pero había muchas personas para participar. Esto lo vivo una sóla vez y son sentimientos encontrados».